Fue el pasado día 16 de febrero cuando a Paco Cepero se le hacía hijo predilecto de la ciudad de Jerez. Ya es un auténtico lujo que tu ciudad –y más una ciudad como es la nuestra- te reconozca como un adelantado, amigo Paco.
Paco Cepero es mundialmente conocido por las letras compuestas para muchas canciones que han sido auténticos éxitos. No descubro nada. Como guitarrista, su eco y su personalidad le han hecho un grande. Algo que debería de ser común denominador de todo guitarrista, sólo los grandes lo consiguen. Y ese es Paco Cepero. Pues no hay rasgueo que suene, falseta o compás que uno escuche y no lo diferencia de los demás porque Cepero siempre ha sonado a eso… a Cepero. Único.
Pero lo fundamental en este artículo de enhorabuena, con la alegría que sentí cuando lo vi orgulloso de ser reconocido por sus paisanos, es comentar sobremanera otra de las grandes pasiones de Paco. Yo la he compartido durante muchas mañanas en el centro, más concretamente por la collación de San Francisco. Y esa gran pasión que nos une a los dos es la del toreo.
Siempre lo vi en los tendidos presenciando corridas de toros. Pero nunca pensé que fuera tan buen aficionado. Y un día cualquiera nos cruzamos y comenzamos a hablar de toros. Y descubrí lo buen aficionado que es Paco Cepero. Conocedor como pocos de los secretos del toreo bueno. Y exigente como todo buen aficionado al arte de Cúchares. Desde entonces, siempre hablamos de toros. Y lo bueno y de lo malo del toreo. Y comentamos las corridas que pasar por la televisión y las gestas de los toreros que nos gustan.
Por tanto, además del poeta y del genial guitarrista, en Paco Cepero también se concentra el aficionado a los toros. Ya tenemos a otro adelantado en nuestra ciudad que sabe un taco de toros. Eres tú, querido Paco. Y mucho que me alego.
Y ya mismo a la espera de esa gran temporada que tiene por delante ese torero que tú y yo admiramos tanto. Sí… ya sabes que hablo del bueno de Diego Urdiales. Un torero como la copa de un pino.