Manuel Sotelino
Bajo la presidencia del obispo de la Diócesis, D. José Mazuelos, que ofició la Eucaristía, se bendijo la nueva imagen del que es nuestro Patrón de Jerez, San Dionisio Areopagita. Muy buena obra del imaginero portuense Daniel Herrera que le ha dado vida a este Santo que estaba olvidado, en su contexto histórico, en la noche de los tiempos. A pesar del báculo y la mitra, este Dinosio es más justo con su tiempo y con la historia.
No queremos apuntarnos medallitas porque ya manejamos unas edades que las que no son necesarias pero recuerdo perfectamente cómo en aquellos años de reportero en LA VOZ DE JEREZ, fui, quizá, el primero en poner en la picota la confusión histórica en cuanto a la iconografía de este Santo que siempre apareció con la cabeza cortada y no como un intelectual del Areópago en la Grecia Clásica. El Areópago era el lugar donde los filósofos y amantes de la cultura en general se reunían para reflexionar sobre la vida y sus circunstancias. Hasta allí llegó San Pablo, el Apóstol de los Gentiles, y predicó la Nueva Nueva. Dionisio sintió como ardía su corazón y cómo calaba la predicación del de Tarso. Y se convirtió al cristianismo llegando a ser obispo de Atenas.
Del Santo con la cabeza cortada podemos decir que es patrón de París y que estuvo predicando el evangelio en la antigua Galia. Advertido fue que si no cejaba en el empeño de la predicación perdería la cabeza para que no hablara más. Cuenta la leyenda que se le seccionó dicho miembro y que la boca seguía predicando con lo que obtuvo la conversión de todos aquellos que vieron tamaño prodigio. Santo, este, mucho más posterior al que habitaba el Areópago al enmarcarse dicho milagro en el siglo VII. La confusión sobre la celebración de ambos santos todavía sigue siendo un enigma, pues algunos santorales contemplan el día ocho de octubre al de Francia y el nueve al griego. Sin embargo, consultados otros, la fecha coincide para los dos en el día nueve de octubre; con lo que no estaría de más que pudiéramos conocer por parte de la Iglesia la festividad de uno y otro santo.
Dicho todo esto, dejo los artículos publicados en su día en LA VOZ y que, para mí, fue el primer detonante para llegar al día que vivimos ayer con una nueva imagen que hace justicia con nuestro verdadero Patrón. Se cierram por tanto, un capítulo.